En el marco de la finalización de las IV Jornadas Gardelianas llevadas a cabo en Bahia Blanca y finalizadas en esta ciudad, se realizó ayer un homenaje al extinto cantor en la calle que lleva su nombre en esta ciudad. Allí, en la intersección con la avenida Pueyrredón, se descubrió un mural en el monumento que lo recuerda.
Del acto participaron el intendente de Saavedra, Hugo Corvatta, quien estuvo acompañado de integrantes de su gabinete; el productor artístico José Valle; Gaby, la Voz Sensual del Tango; integrantes de la banda militar Cura Malal del Regimiento 3, y vecinos en general.
En la ocasión, se citó que la Unesco declaró al tango como parte del patrimonio cultural de la humanidad y que el género rioplatense fue incluido por la ONU para la educación, la ciencia y la cultura, entre las tradiciones que considera muy valiosas para salvaguardar a la humanidad.
También se indicó que, al cumplirse 78 años del fallecimiento del cantante, las IV Jornadas Gardelianas --que se iniciaron en Bahía Blanca y culminaron ayer en esta localidad-- se declararon de interés cultural por la Cámara de Diputados de la Nación.
Asimismo, se mencionó que adherían a dicho homenaje la Academia Porteña del Lunfardo, el Museo Casa Carlos Gardel y la comisión Homenaje Centenario Aníbal Troilo, tras lo cual se invitó a Corvatta y a Valle a develar la placa recordatoria del cantor, autor y compositor Carlos Gardel.
"Seguramente a Gardel le hubiera gustado estar acá, porque uno lo recuerda como un personaje único que mezclaba el suburbio de Buenos Aires con el aire campero del cantor nacional que gustaba de los ritmos del interior de nuestro país", afirmó Valle.
"Haber iniciado las jornadas por cuarto año consecutivo en Bahía Blanca, una ciudad de una mística y una historia tanguera impresionante, y terminarlas en Pigüé, con todo lo que representa la ciudad en la historia del tango por la presencia de Juan Carlos Cobián, realmente nos pone muy felices", añadió.
El productor detalló que la obra inaugurada ayer es autoría de Pedro Araya, uno de los fileteadores con más historia dentro del género, realizador de Caminito en La Boca y de la mayoría de los retratos de Atahualpa Yupanqui.
"En el gran premio de la vida, el Zorzal Criollo le ganó por varios cuerpos al olvido", señaló finalmente, en alusión al gusto del músico por las carreras de caballos.
El homenaje culminó con la interpretación de algunos temas de Gardel por parte del artista local José Palma, y la entonación de marchas militares por parte de la banda militar Cura Malal.
El Centro de Estudios y Difusión de la Cultura Popular Argentina tendrá a su cargo investigar, estudiar, proponer y divulgar las actividades culturales vinculándolas al desarrollo social, mediante la protección y difusión del patrimonio cultural tangible e intangible de la cultura popular argentina.
martes, 25 de junio de 2013
lunes, 17 de junio de 2013
Martín Miguel de Güemes:el líder de la guerra gaucha
Martín Güemes nació en Salta el 8 de febrero de 1.785, pertenecía a una familia noble y adinerada. Cursó sus estudios primarios en su ciudad natal, alternando la enseñanza formal con el aprendizaje de las labores campesinas en las Fincas familiares. A los 14 años se incorporó como cadete de una Compañía del Regimiento Fijo de Infantería de Buenos Aires, iniciando una brillante carrera militar.
En 1805 fue trasladado a Buenos Aires donde comenzó a defender la integridad territorial actuando heroicamente durante las Invasiones Inglesas, actuación por la cual fue premiado y ascendido.
Durante 1.810, al servicio de la causa revolucionaria, se desempeñó eficazmente al mando de un Escuadrón Gaucho en la Quebrada de Humahuaca impidiendo la comunicación entre los opositores al nuevo régimen y los realistas del Alto Perú. El 7 de Noviembre batió a los realistas en Suipacha, único triunfo de las armas patriotas en el intento de recuperar el valioso territorio altoperuano.
Cuando el Ejército Argentino fue derrotado en Huaqui (Junio de 1811) escoltó a su Jefe, Juan Martín de Pueyrredón a través de la selva oranense y contribuyó salvar los caudales de la Ceca de Potosí, que estaba en poder de los realistas.
En 1.814, al hacerse cargo del Ejército, el Gral. José de San Martín le encomendó el mando de la Avanzada del Río Pasaje (hoy llamado Juramento porque en sus márgenes Belgrano hizo jurar obediencia a la Asamblea del Año XIII y donde se considera que nació como símbolo patrio de los argentinos la Bandera celeste-blanca-celeste) iniciando la Guerra Gaucha. Jujuy y Salta habían sido ocupadas por Joaquín de la Pezuela. Tras siete meses de asedio debió regresar al Alto Perú.
Al año siguiente derrotó completamente al poderoso ejército invasor al mando de Pezuela en Puesto del Marqués, luego de lo cual el pueblo y el Cabildo lo aclamaron Gobernador de la Intendencia (integrada entonces por las ciudades de Salta, Jujuy, Tarija, Orán y distritos de campaña).
En Junio de 1.816 el Director Supremo Juan Martín de Pueyrredón, debido a la lamentable situación en que se encontraba el Ejército Auxiliar, le encomendó "la defensa de las Provincias Unidas y la seguridad del Ejército Auxiliar del Alto Perú" que se encontraba en Tucumán reorganizándose después de ser derrotado en Sipe Sipe. Entonces las milicias gauchas al mando del heroico salteño pasaron a desempeñarse como ejército en operaciones continuas, al servicio de la Patria. Por ello considerar a Martín Güemes prócer provincial ó defensor de la frontera Norte es una muestra del desconocimiento de nuestra Historia
SU MUERTE
Durante el primer semestre de 1821 Güemes suplicó auxilios para equipar la fuerza que debía marchar al Perú a sostener la campaña sanmartiniana. Pero las heridas abiertas por su gestión política y económica a favor de la Independencia, el sostenimiento de la causa –forzosa o voluntariamente- a cargo de los pudientes –ya ex pudientes- de Salta y Jujuy, generaron una enconada oposición. Mientras, el Gral. San Martín ya había desembarcado en las costas peruanas.
A la falta de recursos se sumaron otros obstáculos:
· Bernabé Aráoz invadió Santiago del Estero evitando que Felipe Ibarra le enviara apoyo, desestabilizando a Güemes. El Cabildo de Salta autorizó marchar sobre Tucumán, por lo que Güemes hizo retroceder las fuerzas concentradas en Humahuaca y las dirigió a suelo tucumano.
Güemes se encontraba al Sur de Salta, cuando la vanguardia realista al mando del Coronel Guillermo Marquiegui se aproximó a Jujuy con una importante tropa. José Ignacio Gorriti lo enfrentó el 29 de Abril y tomó prisioneros a Marquiegui, su hermano Felipe, al Cnel. Vigil y a toda la División. Los vencedores fueron recibidos en Salta con gran algarabía.
Olañeta se alejó hacia el Alto Perú dejando parte de la tropa al mando de José María Valdez esperando la oportunidad para marchar sobre Salta, recuperar a los prisioneros (Guillermo y Felipe Marquiegui eran cuñados suyos) y vengar la afrenta.
· En mayo de 1821, en ausencia de Güemes, los comerciantes se rebelaron y el Cabildo -liderado por ex pudientes- lo depuso del cargo de gobernador y lo condenó al exilio. Este levantamiento es conocido como la Revolución del Comercio. Al recibir el acta de destitución Güemes regresó a Salta, el 31 de Mayo y aplacó la rebelión con su sola presencia.
Al fracasar, los revolucionarios huyeron, unos hacia Jujuy en busca de los realistas, otros hacia Tucumán en busca de Aráoz y otros se ocultaron.
· Aprovechando las circunstancias Pedro Olañeta ocupó Jujuy y apoyó a los enemigos internos del Prócer. Uniendo resentimientos urdieron un ataque a traición que se concretó con éxito cuando lograron sorprenderlo.
Mientras Guemes reorganizaba el ejército en un campamento cercano a la capital, se trasladó a una casa de la ciudad, propiedad de su hermana y colaboradora, la heroica Macacha. Allí, en la madrugada del 7 de junio de 1.821, fue sitiado por una partida realista que guiada por baqueanos y un comerciante traidor había ingresado a Salta desde el Oeste por un sendero de difícil transitabilidad. Iba al mando del español José María Valdéz, conocido como “Barbarucho” quien con un selecto grupo ingresó subrepticiamente durante la noche, bloqueando la manzana.
Güemes había enviado hacia la plaza a uno de sus ayudantes quien al encontrarse con la partida del rey recibió algunos disparos. Al escucharlos Macacha lo incitó a escapar por una puerta secundaria, Güemes se negó a abandonar la escolta y montando con arrojo su caballo buscó la calle. Por la espalda, una bala le atravesó la región sacro-coxígea-glútea.
Fue auxiliado por sus gauchos y trasladado al monte. Allí, bajo un árbol, soportó una cruel agonía, dejando a la posteridad la última lección de amor y valentía.
Durante diez días, bajo un cebil colorado y recibiendo el cuidado y afecto de sus tropas, acosado por dolores físicos y sin posibilidades de alivio continuó dando órdenes desde un catre. Dos comisiones enviadas por el invasor le ofrecieron atención médica, títulos y honores a cambio de abandonar la lucha. Mientras estaba en pié no había cedido a los ofrecimientos con que intentaron comprarlo, tampoco entonces, en el umbral de la muerte, cedió.
En presencia de la segunda comisión, dos días antes de morir, cortándole la palabra al emisario, ordenó al coronel Jorge Enrique Widt: ¡Júreme usted, sobre el puño de esta espada, ya mismo y delante de estos señores, que cuando yo muera seguirá la lucha mientras haya un enemigo de la Patria y un salteño dispuesto a dar la vida por la libertad". El coronel hizo el juramento y los emisarios, avergonzados ante quien ni la agonía doblegaba, se retiraron.
El 17 de junio de 1821, a los 36 años, entregó su alma al Creador mientras Pedro de Olañeta era recibido con honores por los antigüemistas, asumiendo el Gobierno.
CONSECUENCIAS
Si se hubiera permitido que Güemes auxiliara a San Martín, ambos hubieran libertado el Perú y las Provincias Unidas no se hubieran desmembrado. Al proclamar la Independencia del Perú (el 28 de Julio de 1821) San Martín quedó huérfano de apoyo y bajo la presión de las tropas realistas concentradas en el Alto Perú al mando de Olañeta y las de La Serna en el Perú.
Olañeta había firmado con los antigüemistas un armisticio que San Martín calificó de indigno porque pactaba el retiro de las tropas invasoras. A cambio e ello Salta se comprometía a no marchar hacia el Alto Perú e impedir el tránsito por su territorio de fuerzas con ese destino.
San Martín tuvo que retirarse del Perú sin lograr la liberación por la que ambos héroes y sus hombres habían sacrificado bienes, familia y vidas.
Simón Bolívar y Antonio José de Sucre completaron, recién en 1825, lo que iniciaran nuestros patriotas
En 1805 fue trasladado a Buenos Aires donde comenzó a defender la integridad territorial actuando heroicamente durante las Invasiones Inglesas, actuación por la cual fue premiado y ascendido.
Durante 1.810, al servicio de la causa revolucionaria, se desempeñó eficazmente al mando de un Escuadrón Gaucho en la Quebrada de Humahuaca impidiendo la comunicación entre los opositores al nuevo régimen y los realistas del Alto Perú. El 7 de Noviembre batió a los realistas en Suipacha, único triunfo de las armas patriotas en el intento de recuperar el valioso territorio altoperuano.
Cuando el Ejército Argentino fue derrotado en Huaqui (Junio de 1811) escoltó a su Jefe, Juan Martín de Pueyrredón a través de la selva oranense y contribuyó salvar los caudales de la Ceca de Potosí, que estaba en poder de los realistas.
En 1.814, al hacerse cargo del Ejército, el Gral. José de San Martín le encomendó el mando de la Avanzada del Río Pasaje (hoy llamado Juramento porque en sus márgenes Belgrano hizo jurar obediencia a la Asamblea del Año XIII y donde se considera que nació como símbolo patrio de los argentinos la Bandera celeste-blanca-celeste) iniciando la Guerra Gaucha. Jujuy y Salta habían sido ocupadas por Joaquín de la Pezuela. Tras siete meses de asedio debió regresar al Alto Perú.
Al año siguiente derrotó completamente al poderoso ejército invasor al mando de Pezuela en Puesto del Marqués, luego de lo cual el pueblo y el Cabildo lo aclamaron Gobernador de la Intendencia (integrada entonces por las ciudades de Salta, Jujuy, Tarija, Orán y distritos de campaña).
En Junio de 1.816 el Director Supremo Juan Martín de Pueyrredón, debido a la lamentable situación en que se encontraba el Ejército Auxiliar, le encomendó "la defensa de las Provincias Unidas y la seguridad del Ejército Auxiliar del Alto Perú" que se encontraba en Tucumán reorganizándose después de ser derrotado en Sipe Sipe. Entonces las milicias gauchas al mando del heroico salteño pasaron a desempeñarse como ejército en operaciones continuas, al servicio de la Patria. Por ello considerar a Martín Güemes prócer provincial ó defensor de la frontera Norte es una muestra del desconocimiento de nuestra Historia
SU MUERTE
Durante el primer semestre de 1821 Güemes suplicó auxilios para equipar la fuerza que debía marchar al Perú a sostener la campaña sanmartiniana. Pero las heridas abiertas por su gestión política y económica a favor de la Independencia, el sostenimiento de la causa –forzosa o voluntariamente- a cargo de los pudientes –ya ex pudientes- de Salta y Jujuy, generaron una enconada oposición. Mientras, el Gral. San Martín ya había desembarcado en las costas peruanas.
A la falta de recursos se sumaron otros obstáculos:
· Bernabé Aráoz invadió Santiago del Estero evitando que Felipe Ibarra le enviara apoyo, desestabilizando a Güemes. El Cabildo de Salta autorizó marchar sobre Tucumán, por lo que Güemes hizo retroceder las fuerzas concentradas en Humahuaca y las dirigió a suelo tucumano.
Güemes se encontraba al Sur de Salta, cuando la vanguardia realista al mando del Coronel Guillermo Marquiegui se aproximó a Jujuy con una importante tropa. José Ignacio Gorriti lo enfrentó el 29 de Abril y tomó prisioneros a Marquiegui, su hermano Felipe, al Cnel. Vigil y a toda la División. Los vencedores fueron recibidos en Salta con gran algarabía.
Olañeta se alejó hacia el Alto Perú dejando parte de la tropa al mando de José María Valdez esperando la oportunidad para marchar sobre Salta, recuperar a los prisioneros (Guillermo y Felipe Marquiegui eran cuñados suyos) y vengar la afrenta.
· En mayo de 1821, en ausencia de Güemes, los comerciantes se rebelaron y el Cabildo -liderado por ex pudientes- lo depuso del cargo de gobernador y lo condenó al exilio. Este levantamiento es conocido como la Revolución del Comercio. Al recibir el acta de destitución Güemes regresó a Salta, el 31 de Mayo y aplacó la rebelión con su sola presencia.
Al fracasar, los revolucionarios huyeron, unos hacia Jujuy en busca de los realistas, otros hacia Tucumán en busca de Aráoz y otros se ocultaron.
· Aprovechando las circunstancias Pedro Olañeta ocupó Jujuy y apoyó a los enemigos internos del Prócer. Uniendo resentimientos urdieron un ataque a traición que se concretó con éxito cuando lograron sorprenderlo.
Mientras Guemes reorganizaba el ejército en un campamento cercano a la capital, se trasladó a una casa de la ciudad, propiedad de su hermana y colaboradora, la heroica Macacha. Allí, en la madrugada del 7 de junio de 1.821, fue sitiado por una partida realista que guiada por baqueanos y un comerciante traidor había ingresado a Salta desde el Oeste por un sendero de difícil transitabilidad. Iba al mando del español José María Valdéz, conocido como “Barbarucho” quien con un selecto grupo ingresó subrepticiamente durante la noche, bloqueando la manzana.
Güemes había enviado hacia la plaza a uno de sus ayudantes quien al encontrarse con la partida del rey recibió algunos disparos. Al escucharlos Macacha lo incitó a escapar por una puerta secundaria, Güemes se negó a abandonar la escolta y montando con arrojo su caballo buscó la calle. Por la espalda, una bala le atravesó la región sacro-coxígea-glútea.
Fue auxiliado por sus gauchos y trasladado al monte. Allí, bajo un árbol, soportó una cruel agonía, dejando a la posteridad la última lección de amor y valentía.
Durante diez días, bajo un cebil colorado y recibiendo el cuidado y afecto de sus tropas, acosado por dolores físicos y sin posibilidades de alivio continuó dando órdenes desde un catre. Dos comisiones enviadas por el invasor le ofrecieron atención médica, títulos y honores a cambio de abandonar la lucha. Mientras estaba en pié no había cedido a los ofrecimientos con que intentaron comprarlo, tampoco entonces, en el umbral de la muerte, cedió.
En presencia de la segunda comisión, dos días antes de morir, cortándole la palabra al emisario, ordenó al coronel Jorge Enrique Widt: ¡Júreme usted, sobre el puño de esta espada, ya mismo y delante de estos señores, que cuando yo muera seguirá la lucha mientras haya un enemigo de la Patria y un salteño dispuesto a dar la vida por la libertad". El coronel hizo el juramento y los emisarios, avergonzados ante quien ni la agonía doblegaba, se retiraron.
El 17 de junio de 1821, a los 36 años, entregó su alma al Creador mientras Pedro de Olañeta era recibido con honores por los antigüemistas, asumiendo el Gobierno.
CONSECUENCIAS
Si se hubiera permitido que Güemes auxiliara a San Martín, ambos hubieran libertado el Perú y las Provincias Unidas no se hubieran desmembrado. Al proclamar la Independencia del Perú (el 28 de Julio de 1821) San Martín quedó huérfano de apoyo y bajo la presión de las tropas realistas concentradas en el Alto Perú al mando de Olañeta y las de La Serna en el Perú.
Olañeta había firmado con los antigüemistas un armisticio que San Martín calificó de indigno porque pactaba el retiro de las tropas invasoras. A cambio e ello Salta se comprometía a no marchar hacia el Alto Perú e impedir el tránsito por su territorio de fuerzas con ese destino.
San Martín tuvo que retirarse del Perú sin lograr la liberación por la que ambos héroes y sus hombres habían sacrificado bienes, familia y vidas.
Simón Bolívar y Antonio José de Sucre completaron, recién en 1825, lo que iniciaran nuestros patriotas
domingo, 9 de junio de 2013
Hoy recordamos la Masacre de José León Suárez
En el día de hoy se cumplen 57 años de la denominada Masacre de José León Suárez, ocurrida el 9 de junio de 1956. En septiembre del año anterior, un grupo de militares encabezado por Aramburu y Rojas, había derrocado al gobierno constitucional de Juan Domingo Perón y se instauró un régimen dictatorial que llamaron "revolución libertadora".
El 9 de junio de 1956, un grupo de militares y civiles al mando de los Generales Valle y Tanco, intentó rebelarse para recobrar la democracia perdida. Pero la rebelión fracasó y el gobierno de facto tomó duras represalias: fusiló a los cabecillas militares y decretó la ley marcial para toda la ciudadanía.
La noche del 9 de junio de 1956, doce civiles que estaban presuntamente involucrados en la sublevación, fueron arrestados cuando se encontraban reunidos en una casa de la localidad de Florida, provincia de Buenos Aires. Fueron trasladados a un basural en la localidad de José León Suárez y allí, en medio de la noche, les dispararon a mansalva. Los fusilamientos fueron brutales e ilegales - se produjeron antes de que la ley marcial entrara en vigencia - y sin juicio previo.
Cinco de esos civiles murieron en el basural, otros lograron escapar. Años más tarde, Rodolfo Walsh se encontró con Carlos Livraga, uno de los que había sobrevivido esa noche. Walsh realizó una magistral investigación sobre el caso que plasmó en su libro "Operación Masacre". Además de Livraga, habían logrado huir 6 civiles más: Horacio Di Chiano, Miguel Angel Giunta, Rogelio Díaz, Norberto Gavino, Julio Troxler y Reinaldo Benavidez. Los muertos fueron: Nicolás Carranza, Francisco Garibotti, Carlos Alberto Lizaso, Mario Brión y Vicente Damián Rodríguez.
El 9 de junio de 1956, un grupo de militares y civiles al mando de los Generales Valle y Tanco, intentó rebelarse para recobrar la democracia perdida. Pero la rebelión fracasó y el gobierno de facto tomó duras represalias: fusiló a los cabecillas militares y decretó la ley marcial para toda la ciudadanía.
La noche del 9 de junio de 1956, doce civiles que estaban presuntamente involucrados en la sublevación, fueron arrestados cuando se encontraban reunidos en una casa de la localidad de Florida, provincia de Buenos Aires. Fueron trasladados a un basural en la localidad de José León Suárez y allí, en medio de la noche, les dispararon a mansalva. Los fusilamientos fueron brutales e ilegales - se produjeron antes de que la ley marcial entrara en vigencia - y sin juicio previo.
Cinco de esos civiles murieron en el basural, otros lograron escapar. Años más tarde, Rodolfo Walsh se encontró con Carlos Livraga, uno de los que había sobrevivido esa noche. Walsh realizó una magistral investigación sobre el caso que plasmó en su libro "Operación Masacre". Además de Livraga, habían logrado huir 6 civiles más: Horacio Di Chiano, Miguel Angel Giunta, Rogelio Díaz, Norberto Gavino, Julio Troxler y Reinaldo Benavidez. Los muertos fueron: Nicolás Carranza, Francisco Garibotti, Carlos Alberto Lizaso, Mario Brión y Vicente Damián Rodríguez.
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Vicente Damián Rodríguez.
martes, 4 de junio de 2013
Domingo French
Fue un reconocido militar y patriota argentino que desplegó un notable papel en los acontecimientos políticos más importantes de la primera mitad del siglo XIX. Falleció el 4 de junio de 1825.Se alistó al servicio militar para poder hacer frente a las invasiones inglesas. Por su valiente desempeño en combate fue ascendido a Teniente Coronel.
Con respecto a la revolución de mayo, junto a Berutti, ambos masones, alentaron a grupos civiles como la denominada Legión Infernal y los llamados chisperos, movilizando y dirigiendo al pueblo en demanda de una inmediata acción por parte del cabildo abierto.
Más tarde, debió marchar a Córdoba a sofocar la insurrección realista, cumpliendo la difícil tarea de fusilar a los contrarrevolucionarios, entre ellos al Virrey Liniers, cumpliendo órdenes de la Primera Junta.
French era partidario del bando más radical de Mariano Moreno. Cuando la Junta Grande entró en vigencia, el morenismo perdió terreno, por este hecho y por ser morenista y jacobino, fue desterrado a Carmen de Patagones pudiendo retornar cuando caen los saavedristas.
Reintegrado al mando, participó en el exitoso sitio de Montevideo en 1814, condujo los refuerzos para el Ejército del Norte en 1815. Cuando retornó a Buenos Aires, se unió al coronel Manuel Dorrego, federal doctrinario, rebelde y crítico del partido rivadaviano. Junto a Dorrego se definieron como federales, republicanos y partidarios de la democracia.
En 1817 se opone a la forma de gobierno imperante desde 1814, el Directorio, y eso marca su persecución y luego su exilio en Estados Unidos. Su regreso de dio dos años más tarde en 1819.
Falleció en Buenos Aires el 4 de junio de 1825, a los 51 años. Dorrego dispuso que se le erigiera un monumento en el Cementerio de la Recoleta, hoy se ignora el lugar donde descansan sus restos.
French fue el precursor y líder popular del movimiento de la independencia y uno de los valientes que se comprometieron con la causa de la Revolución, en cuerpo y alma. Por la estirpe de estos hombres, Mayo se hizo popular y la causa de la Independencia logró finalmente imponerse.
Con respecto a la revolución de mayo, junto a Berutti, ambos masones, alentaron a grupos civiles como la denominada Legión Infernal y los llamados chisperos, movilizando y dirigiendo al pueblo en demanda de una inmediata acción por parte del cabildo abierto.
Más tarde, debió marchar a Córdoba a sofocar la insurrección realista, cumpliendo la difícil tarea de fusilar a los contrarrevolucionarios, entre ellos al Virrey Liniers, cumpliendo órdenes de la Primera Junta.
French era partidario del bando más radical de Mariano Moreno. Cuando la Junta Grande entró en vigencia, el morenismo perdió terreno, por este hecho y por ser morenista y jacobino, fue desterrado a Carmen de Patagones pudiendo retornar cuando caen los saavedristas.
Reintegrado al mando, participó en el exitoso sitio de Montevideo en 1814, condujo los refuerzos para el Ejército del Norte en 1815. Cuando retornó a Buenos Aires, se unió al coronel Manuel Dorrego, federal doctrinario, rebelde y crítico del partido rivadaviano. Junto a Dorrego se definieron como federales, republicanos y partidarios de la democracia.
En 1817 se opone a la forma de gobierno imperante desde 1814, el Directorio, y eso marca su persecución y luego su exilio en Estados Unidos. Su regreso de dio dos años más tarde en 1819.
Falleció en Buenos Aires el 4 de junio de 1825, a los 51 años. Dorrego dispuso que se le erigiera un monumento en el Cementerio de la Recoleta, hoy se ignora el lugar donde descansan sus restos.
French fue el precursor y líder popular del movimiento de la independencia y uno de los valientes que se comprometieron con la causa de la Revolución, en cuerpo y alma. Por la estirpe de estos hombres, Mayo se hizo popular y la causa de la Independencia logró finalmente imponerse.
Felipe Varela, el Quijote de los Andes
A pesar de su coraje, los caudillos federales no solo fueron derrotados en los campos de batalla, por el mejor armamento y mayores recursos de sus adversarios, sino también en las páginas de nuestra historia que fue escrita por la oligarquía porteña. El 6 de diciembre de 1866 el caudillo catamarqueño su sublevo en armas contra el gobierno de Bartolomé Mitre. Esta rebelión seria el ultimo intento de oposición del interior frente al modelo centralista porteño. Falleció el 4 de junio de 1870.
Felipe Varela nació en Huaycama (departamento de Valle Viejo, Catamarca), fue un estanciero y militar argentino que lucho contra la hegemonía política conquistada por la provincia de Buenos Aires en la batalla de Pavón.
Apodado el Quijote de los Andes por el desafío que plantó al gobierno central con un reducido ejército de menos de 5.000 hombres, hizo frente a éste en la región andina y cuyana durante varios años.
Proclama de Felipe Varela (extracto)
“¡Argentinos! El hermoso y brillante pabellón que San Martín, Alvear y Urquiza llevaron altivamente en cien combates, haciéndolo tremolar con toda gloria en las tres más grandes epopeyas que nuestra patria atravesó incólume, ha sido vilmente enlodado por el general Mitre, gobernador de Buenos Aires.
”La más bella y perfecta Carta Constitucional democrática, republicana, federal, que los valientes entrerrianos dieron a costa de su sangre preciosa, venciendo en Caseros al centralismo odioso de los espurios hijos de la culta Buenos Aires, ha sido violada y mutilada desde el año sesenta y uno hasta hoy, por Mitre y su círculo de esbirros.
”El pabellón de Mayo, que radiante de gloria flameó victorioso desde los Andes hasta Ayacucho y que en la desgraciada jornada de Pavón cayó fatalmente en las ineptas y febrinas manos del caudillo Mitre —orgullosa autonomía porteña del partido rebelde—, ha sido cobardemente arrastrado por los fangales de Estero-Bellaco, Tuyutí, Curuzú y Curupaytí.
”¡Argentinos, todos! ¡Llegó el día de mejor porvenir para la Patria! A vosotros cumple ahora el noble esfuerzo de levantar del suelo ensangrentado el pabellón de Belgrano para enarbolarlo gloriosamente sobre las cabezas de nuestros liberticidas enemigos.
”Compatriotas: ¡A las armas!... ¡Es el grito que se arranca del corazón de todos los buenos argentinos!
El líder del último pronunciamiento de los caudillos del interior, fue denostado y olvidado a lo largo de los tiempos hasta que la presidenta Cristina Fernández de Kirchner lo elevó al generalato post-mortem, un homenaje y reconocimiento bien merecido por el caudillo.
“La Nación Argentina goza de una renta de diez millones de duros que producen las provincias con el sudor de su frente. Y sin embargo, desde la época en que el gobierno libre se organizó en Buenos Aires, a título de Capital, es la provincia única que ha gozado del enorme producto del país entero, mientras que a los demás pueblos, pobres y arruinados, se hacía imposible el buen quicio de las administraciones provinciales por la falta de recursos”, estas palabras del caudillo catarmarqueño demostraban su fervor defensa al federalismo.
El fiel discípulo del Chacho Peñaloza, se indignaría también cuando se desató la Guerra de la Triple Alianza: “Guerra premeditada, guerra estudiada, guerra ambiciosa de dominio, contraria a los santos principios de la Unión Americana cuya base fundamental es la conservación incólume de la soberanía de cada república”.
En ese marco, combatió a los mitristas y convocando a las montoneras residuales de otros caudillos muertos en todo el país y sumando combatientes chilenos, marchó portando la bandera “¡Federación o Muerte!”, lanzando así su proclama revolucionaria.
“¡Argentinos! El pabellón de Mayo, que radiante de gloria flameó victorioso desde los Andes hasta Ayacucho, y que en la desgraciada jornada de Pavón cayó fatalmente en las manos ineptas y febrinas de Mitre, ha sido cobardemente arrastrado por los fangales de Estero Bellaco, Tuyutí, Curuzú y Curupayty (...). Nuestro programa es la práctica estricta de la Constitución, la paz y la amistad con el Paraguay y la Unión con las demás repúblicas americanas” dice parte de la proclama.
Finalmente es derrotado en enero de 1869 por parte de las fuerzas de Mitre, se exilia a Chile, donde muere.
El gobierno catamarqueño repatrió sus restos, pese a la oposición del Ejecutivo nacional encabezado por Domingo Faustino Sarmiento.
Felipe Varela nació en Huaycama (departamento de Valle Viejo, Catamarca), fue un estanciero y militar argentino que lucho contra la hegemonía política conquistada por la provincia de Buenos Aires en la batalla de Pavón.
Apodado el Quijote de los Andes por el desafío que plantó al gobierno central con un reducido ejército de menos de 5.000 hombres, hizo frente a éste en la región andina y cuyana durante varios años.
Proclama de Felipe Varela (extracto)
“¡Argentinos! El hermoso y brillante pabellón que San Martín, Alvear y Urquiza llevaron altivamente en cien combates, haciéndolo tremolar con toda gloria en las tres más grandes epopeyas que nuestra patria atravesó incólume, ha sido vilmente enlodado por el general Mitre, gobernador de Buenos Aires.
”La más bella y perfecta Carta Constitucional democrática, republicana, federal, que los valientes entrerrianos dieron a costa de su sangre preciosa, venciendo en Caseros al centralismo odioso de los espurios hijos de la culta Buenos Aires, ha sido violada y mutilada desde el año sesenta y uno hasta hoy, por Mitre y su círculo de esbirros.
”El pabellón de Mayo, que radiante de gloria flameó victorioso desde los Andes hasta Ayacucho y que en la desgraciada jornada de Pavón cayó fatalmente en las ineptas y febrinas manos del caudillo Mitre —orgullosa autonomía porteña del partido rebelde—, ha sido cobardemente arrastrado por los fangales de Estero-Bellaco, Tuyutí, Curuzú y Curupaytí.
”¡Argentinos, todos! ¡Llegó el día de mejor porvenir para la Patria! A vosotros cumple ahora el noble esfuerzo de levantar del suelo ensangrentado el pabellón de Belgrano para enarbolarlo gloriosamente sobre las cabezas de nuestros liberticidas enemigos.
”Compatriotas: ¡A las armas!... ¡Es el grito que se arranca del corazón de todos los buenos argentinos!
El líder del último pronunciamiento de los caudillos del interior, fue denostado y olvidado a lo largo de los tiempos hasta que la presidenta Cristina Fernández de Kirchner lo elevó al generalato post-mortem, un homenaje y reconocimiento bien merecido por el caudillo.
“La Nación Argentina goza de una renta de diez millones de duros que producen las provincias con el sudor de su frente. Y sin embargo, desde la época en que el gobierno libre se organizó en Buenos Aires, a título de Capital, es la provincia única que ha gozado del enorme producto del país entero, mientras que a los demás pueblos, pobres y arruinados, se hacía imposible el buen quicio de las administraciones provinciales por la falta de recursos”, estas palabras del caudillo catarmarqueño demostraban su fervor defensa al federalismo.
El fiel discípulo del Chacho Peñaloza, se indignaría también cuando se desató la Guerra de la Triple Alianza: “Guerra premeditada, guerra estudiada, guerra ambiciosa de dominio, contraria a los santos principios de la Unión Americana cuya base fundamental es la conservación incólume de la soberanía de cada república”.
En ese marco, combatió a los mitristas y convocando a las montoneras residuales de otros caudillos muertos en todo el país y sumando combatientes chilenos, marchó portando la bandera “¡Federación o Muerte!”, lanzando así su proclama revolucionaria.
“¡Argentinos! El pabellón de Mayo, que radiante de gloria flameó victorioso desde los Andes hasta Ayacucho, y que en la desgraciada jornada de Pavón cayó fatalmente en las manos ineptas y febrinas de Mitre, ha sido cobardemente arrastrado por los fangales de Estero Bellaco, Tuyutí, Curuzú y Curupayty (...). Nuestro programa es la práctica estricta de la Constitución, la paz y la amistad con el Paraguay y la Unión con las demás repúblicas americanas” dice parte de la proclama.
Finalmente es derrotado en enero de 1869 por parte de las fuerzas de Mitre, se exilia a Chile, donde muere.
El gobierno catamarqueño repatrió sus restos, pese a la oposición del Ejecutivo nacional encabezado por Domingo Faustino Sarmiento.
lunes, 3 de junio de 2013
Las Ideas Educativas De Manuel Belgrano
Nuestro conocimiento de Manuel Belgrano, el patriota, el prócer, no suele tomar en cuenta este aspecto de su vida. Sin embargo resulta de mucho interés conocer sus ideas acerca de lo educativo y pensarlas hoy, doscientos años después, dado que permiten un notable acercamiento a su pensamiento, su forma de entender la sociedad y las relaciones sociales, sus ideas sobre la economía y la política.
Como educadores, surgen algunas preguntas: ¿Por qué suele desconocerse esta faceta de Belgrano? ¿Qué tipo de construcción se hizo del prócer a lo largo del tiempo, priorizando algunas acciones y dejando más en las sombras otras?
En nuestra memoria colectiva, el lugar de educador está reservado para Sarmiento. En ese sentido, resulta evidente que Manuel Belgrano no fue un educador. Fue el creador de la bandera . Y el 20 de junio, aniversario de su muerte, celebramos por lo tanto el Día de la Bandera.
Recordemos, entonces, que Manuel Belgrano, que había pasado varios años como estudiante en Europa -entre otras actividades, estudió Derecho en la Universidad de Salamanca entre 1786 y 1793, donde se graduó como abogado- vivió de cerca los acontecimientos de la Revolución Francesa y acusó la enorme influencia de este acontecimiento. Era además un gran lector de los iluministas franceses.
Al volver de su larga estadía en Europa, Belgrano, que ya era Secretario del Consulado de Comercio de Buenos Aires - cargo conseguido en buena medida a partir de sus buenas relaciones con la familia Borbón- buscó llevar adelante y concretar proyectos vinculados a lo educativo.
Para Belgrano, la educación era entendida, básicamente, como un fundamental y necesario motor de progreso de la sociedad.
Además, en varias de sus Memorias Consulares, Belgrano dedica espacio a reflexionar sobre la importancia de la educación, dejando en claro su postura. En la primera de ellas sostiene:
"Uno de los principales medios que deben aceptar a este fin, son las escuelas gratuitas, donde pudiesen los infelices, [es decir, los pobres] mandar a sus hijos sin tener que pagar cosa alguna por su instrucción: allí se les podría dictar buenas máximas e inspirarles amor al trabajo, pues un pueblo donde no reine éste, decae el comercio y toma lugar la miseria; las artes que producen abundancia que las multiplica después en recompensa, decaen; y todo, en una palabra, desaparece, cuando se abandona la industria, porque se cree no es de utilidad alguna".
Cabe destacar el interés de Belgrano por la educación de las mujeres. En esta línea, en sus primeras Memorias Consulares señala:
"Igualmente se deben poner escuelas gratuitas para las niñas, donde se les enseñase doctrina cristiana, a leer, escribir, coser, bordar, etc., y principalmente, inspirándoles amor al trabajo, para separarlas de la ociosidad."
En todo el ideario educativo de Belgrano -algunos de cuyos términos pueden resultar llamativos hoy (como que denomine "infelices" a los pobres) y que resultan por tanto necesitados de contextualización- está presente la posibilidad de educar a los más desfavorecidos y darles de ese modo una posibilidad de progresar socialmente. En este sentido señala en su Memoria Consular de 1802: "sin enseñanza no hay adelantamientos" y "he clamado siempre por la escuela (...) como medio para la prosperidad del Estado ".
Desde una posición que algunos definirían como liberal, Belgrano, experto en economía política, estaba convencido de que era necesario formar a las nuevas generaciones en diversas artes y ciencias y, además, que esta formación debía ser gratuita.
Los esfuerzos de Belgrano en materia educativa se plasmaron en dos instituciones que corrieron diversa suerte:
La Escuela de Náutica, que continúa abierta en la actualidad, creada bajo la premisa de que no podía darse el desarrollo económico sin una flota mercante autónoma.
La Academia de Geometría y Dibujo, que tuvo corta vida y que Belgrano defendía señalando que:
"Los buenos principios los adquirirá el artista en una escuela de dibujo que, sin duda es el alma de las artes. Algunos creen inútil este conocimiento; pero es tan necesario que todo menestral lo necesita para perfeccionarse en su oficio; el carpintero, cantero, bordador, sastre, herrero y hasta los zapateros no podrán cortar unos zapatos sin el ajuste y perfección de vida, si no saben dibujar. Aún se extienden a más que [a] los artistas, los beneficios que resultan de una escuela de dibujo; sin este conocimiento los filósofos principiantes, no entenderán los Planisferios de las esferas celeste y terrestre, ni los armilares que se ponen para [estudiar] el movimiento de la tierra, y [de]más planetas en sus respectivos sistemas: y por consiguiente, los dueños de las máquinas eléctricas y neumáticas y otros muchos que se ponen ya en sus libros".
En este espacio de reflexión quisimos marcar que, además de las imágenes que nos llegan del prócer, existía en Belgrano un fuerte convencimiento acerca del poder transformador de la educación, basado en principios iluministas y fuertemente marcados por los ideales de la Revolución Francesa. No se trata de un prócer que cree en la "pureza y bondad" intrínsecas de educar, sino que entiende que el avance en el conocimiento hará avanzar a la sociedad.
Por eso te proponemos seguir investigando sobre esta faceta de Belgrano. Un abordaje posible para ello es comparar algunas de sus ideas acerca de la educación con las de Sarmiento, o analizar las proclamas de la Revolución Francesa, para entender su influencia decisiva sobre el pensamiento de Belgrano en relación a cuestiones pedagógicas y educativas. De ese modo podremos complejizar la mirada sobre este personaje clave de nuestro pasado.
Enlaces de interés
Manuel Belgrano
Información en Wikipedia
Biografía de Manuel Belgrano
En Especiales de Clarín.com
Conceptos económicos en los escritos de Manuel Belgrano
Artículo de Roberto Varo y Luis Coria
Referencias bibliográficas
Belgrano, M..Documentos para la historia. Tomos I y II. En "Plan de acción" presentado al Consulado de Comercio de Buenos Aires.
Belgrano, M.. Escritos económicos. Raigal. Buenos Aires, 1954.
Gondra. L.. Las ideas económicas de Manuel Belgrano. Imprenta de la Universidad de Buenos Aires,1933.
Como educadores, surgen algunas preguntas: ¿Por qué suele desconocerse esta faceta de Belgrano? ¿Qué tipo de construcción se hizo del prócer a lo largo del tiempo, priorizando algunas acciones y dejando más en las sombras otras?
En nuestra memoria colectiva, el lugar de educador está reservado para Sarmiento. En ese sentido, resulta evidente que Manuel Belgrano no fue un educador. Fue el creador de la bandera . Y el 20 de junio, aniversario de su muerte, celebramos por lo tanto el Día de la Bandera.
Recordemos, entonces, que Manuel Belgrano, que había pasado varios años como estudiante en Europa -entre otras actividades, estudió Derecho en la Universidad de Salamanca entre 1786 y 1793, donde se graduó como abogado- vivió de cerca los acontecimientos de la Revolución Francesa y acusó la enorme influencia de este acontecimiento. Era además un gran lector de los iluministas franceses.
Al volver de su larga estadía en Europa, Belgrano, que ya era Secretario del Consulado de Comercio de Buenos Aires - cargo conseguido en buena medida a partir de sus buenas relaciones con la familia Borbón- buscó llevar adelante y concretar proyectos vinculados a lo educativo.
Para Belgrano, la educación era entendida, básicamente, como un fundamental y necesario motor de progreso de la sociedad.
Además, en varias de sus Memorias Consulares, Belgrano dedica espacio a reflexionar sobre la importancia de la educación, dejando en claro su postura. En la primera de ellas sostiene:
"Uno de los principales medios que deben aceptar a este fin, son las escuelas gratuitas, donde pudiesen los infelices, [es decir, los pobres] mandar a sus hijos sin tener que pagar cosa alguna por su instrucción: allí se les podría dictar buenas máximas e inspirarles amor al trabajo, pues un pueblo donde no reine éste, decae el comercio y toma lugar la miseria; las artes que producen abundancia que las multiplica después en recompensa, decaen; y todo, en una palabra, desaparece, cuando se abandona la industria, porque se cree no es de utilidad alguna".
Cabe destacar el interés de Belgrano por la educación de las mujeres. En esta línea, en sus primeras Memorias Consulares señala:
"Igualmente se deben poner escuelas gratuitas para las niñas, donde se les enseñase doctrina cristiana, a leer, escribir, coser, bordar, etc., y principalmente, inspirándoles amor al trabajo, para separarlas de la ociosidad."
En todo el ideario educativo de Belgrano -algunos de cuyos términos pueden resultar llamativos hoy (como que denomine "infelices" a los pobres) y que resultan por tanto necesitados de contextualización- está presente la posibilidad de educar a los más desfavorecidos y darles de ese modo una posibilidad de progresar socialmente. En este sentido señala en su Memoria Consular de 1802: "sin enseñanza no hay adelantamientos" y "he clamado siempre por la escuela (...) como medio para la prosperidad del Estado ".
Desde una posición que algunos definirían como liberal, Belgrano, experto en economía política, estaba convencido de que era necesario formar a las nuevas generaciones en diversas artes y ciencias y, además, que esta formación debía ser gratuita.
Los esfuerzos de Belgrano en materia educativa se plasmaron en dos instituciones que corrieron diversa suerte:
La Escuela de Náutica, que continúa abierta en la actualidad, creada bajo la premisa de que no podía darse el desarrollo económico sin una flota mercante autónoma.
La Academia de Geometría y Dibujo, que tuvo corta vida y que Belgrano defendía señalando que:
"Los buenos principios los adquirirá el artista en una escuela de dibujo que, sin duda es el alma de las artes. Algunos creen inútil este conocimiento; pero es tan necesario que todo menestral lo necesita para perfeccionarse en su oficio; el carpintero, cantero, bordador, sastre, herrero y hasta los zapateros no podrán cortar unos zapatos sin el ajuste y perfección de vida, si no saben dibujar. Aún se extienden a más que [a] los artistas, los beneficios que resultan de una escuela de dibujo; sin este conocimiento los filósofos principiantes, no entenderán los Planisferios de las esferas celeste y terrestre, ni los armilares que se ponen para [estudiar] el movimiento de la tierra, y [de]más planetas en sus respectivos sistemas: y por consiguiente, los dueños de las máquinas eléctricas y neumáticas y otros muchos que se ponen ya en sus libros".
En este espacio de reflexión quisimos marcar que, además de las imágenes que nos llegan del prócer, existía en Belgrano un fuerte convencimiento acerca del poder transformador de la educación, basado en principios iluministas y fuertemente marcados por los ideales de la Revolución Francesa. No se trata de un prócer que cree en la "pureza y bondad" intrínsecas de educar, sino que entiende que el avance en el conocimiento hará avanzar a la sociedad.
Por eso te proponemos seguir investigando sobre esta faceta de Belgrano. Un abordaje posible para ello es comparar algunas de sus ideas acerca de la educación con las de Sarmiento, o analizar las proclamas de la Revolución Francesa, para entender su influencia decisiva sobre el pensamiento de Belgrano en relación a cuestiones pedagógicas y educativas. De ese modo podremos complejizar la mirada sobre este personaje clave de nuestro pasado.
Enlaces de interés
Manuel Belgrano
Información en Wikipedia
Biografía de Manuel Belgrano
En Especiales de Clarín.com
Conceptos económicos en los escritos de Manuel Belgrano
Artículo de Roberto Varo y Luis Coria
Referencias bibliográficas
Belgrano, M..Documentos para la historia. Tomos I y II. En "Plan de acción" presentado al Consulado de Comercio de Buenos Aires.
Belgrano, M.. Escritos económicos. Raigal. Buenos Aires, 1954.
Gondra. L.. Las ideas económicas de Manuel Belgrano. Imprenta de la Universidad de Buenos Aires,1933.
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